LAS PALABRAS ESCONDIDAS

Oye hermano, no te extrañe que algún día te escondan las palabras, que te prohiban recordar... porque para liquidar a las naciones, lo primero que se hace es quitarles la memoria. Se destruyen sus libros, su cultura su historia. Y luego viene alguien y les escribe otros libros, les da otra cultura y les inventa otra historia.

Entonces la nación comienza lentamente a olvidar lo que es y lo que ha sido y el mundo circundante lo olvida aún mucho antes.

- ¿Y el idioma?
- ¿Para qué nos lo iban a quitar?

- Se convierte en un mero folklore que muere, al cabo de un tiempo, de muerte natural. Y así un invasor tras otro.

¿Será cierta la tesis de Kundera cuando dice que la lucha del hombre contra el poder es la lucha de la memoria contra el olvido?

Hay sabios que saben todo y que ya no pueden decir nada: Es muy peligroso cuando hablan, porque dicen puras verdades.

Total una vida sin reflexión y amor al trabajo no merece vivirse.

viernes, 22 de marzo de 2013

DICHOS LATINOS, ANALISIS, 1855 AÑO. LXXXII


EL FILÓSOFO, DE LA  CALLE UNGA

LA MUJER Y EL OLVIDO
«Sapere Desidero. Volo et satis esse»
Deseo saber. Lo quiero y basta.
Cave memoriam praestare, vel mendace memorem esse oportet, vel lotum gustavi vel succesore novo vincitur omnis amor, vel non quae praeterit hora redire potest. Si no fuera por tu olvido, mujer, yo no existiría

Unamuno, en su novela Niebla, reconoce que las principales facultades del ser humano son mujeres: «Tengo pues: a Eugenia, que me habla a la imaginación, a la cabeza; Rosario, que me habla al corazón y Liduvina, mi cocinera , que me habla al estómago. Y cabeza, corazón y estómago son las tres facultades del alma que otros llaman inteligencia, sentimiento y voluntad».  Se piensa con la cabeza, se siente con el corazón y se quiere con el estómago. ¡Esto es evidente!
¡Cuídate del que tenga buena  memoria! Y uno más antiguo, Erasmo de Roterdam así lo enunció «detesto al oyente que se acuerda de todo y no me gusta el convidado que tiene buena memoria». Estos conceptos no son fáciles de asimilar. Si seguimos con la traducción así lo podemos leer: «amores nuevos, olvidan viejos; el mentir quiere memoria; buena vida, padre, madre olvida; con agua pasada no muele molino. O lo que es lo mismo, cuando le dicen a uno olvídelo, pero para volverlo a joder»
El mismo Erasmo argumenta al principio del elogio de la locura: «Pues decidme: ¿Qué hombre ofrecería la cabeza al yugo del matrimonio si, como suelen esos sabios, meditase los inconvenientes que le traerá esta vida? O, ¿qué mujer permitiría el acceso de un varón si conociese o considerase los peligrosos trabajos del parto o la molestia de la educación de los hijos? Un hijo le cuesta al padre un solo espermatozoides, aunque en la eyaculación se desperdicien millones que no lograron penetrar en el óvulo. En cambio, a la madre le cuesta más que un óvulo, pues se agregan 9 meses de embarazo, con todos sus inconvenientes y riesgos, tales como pérdidas laborales,  riesgos de muerte, hipertensión y diabetes. Ni falta hace señalar que el parto será increíblemente más doloroso y costoso para ella. Además, en cierta proporción de mujeres, ese parto será anormal e irá acompañado de distocia, cesárea, pérdida de sangre, infarto por esfuerzo de expulsión, infecciones o incluso la muerte, cuando las condiciones son insalubres. Yo soy el tercer hijo, y estoy vivo gracias a que las madres olvidan todo el dolor y se preparan para el siguiente don de vida. ¡Bendito olvido, es el origen de la humanidad!
Pues si debéis la vida a los matrimonios y el matrimonio a la Demencia, mi acompañante, comprended cuan obligados me estáis. Además, ¿qué mujer que haya sufrido estas incomodidades una vez querría repetirlas, si no interviniese el poder del  Olvido? Ni la misma Venus, diga lo que diga Lucrecio, podría esparcir su veneno, y sin el auxilio de su poder sus facultades quedarían inválidas y nulas.» Bendito olvido, gracias mujer, por existimos. El filósofo Hegel, en su filosofía de la historia, también comenta que la razón tiene una argucia que le ordena al cerebro olvidar para no sufrir; a lo mejor ese es el tema del periodista, Director de Milenio, cuando hace sus comentarios televisivos en el Asalto a la Razón.
Conclusión: Para no sufrir mejor olvídelo, eche afuera su dolor, no lo guarde, le hace daño.
p.d. Y a propósito de olvido, ya no me acordaba que mi mejor recomendación en mi curriculum, es que todavía sigo siendo El Rector de la Universidad Autónoma de Aldama, Chih.
Total, una vida sin reflexión y amor al trabajo no merece vivirse .
Si desea consultar la colección de dichos véalo en www.santoysena.com.mx/vidaprivadadepalabras
Nos vemos en la siguiente entrega, será todos los días.

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