MIRAMIENTO
«Oculos respice»
Mírame
a los ojos
La
palabra latina Respicio-is cere-Respiexi
RESPECTUM,
«Miramiento», fue utilizado por Ovidio como volver a mirar, mirar con
solicitud, dirigirse a los ojos con amor, mirar con atención a lo que el otro
necesita; comentado por Cesar, mirar con cuidado; venerado por Cicerón, mirar
con consideración; y refrendado por Plauto, mirar con piedad.
No
lo confunda «con tolerancia» porque se va a llevar una sorpresa; viene del
latín «tolero» y nace del griego «Talo». Significa todo esto: soportar tolerar
sufrir, apaciguar, ganarse la vida, tolerancia, paciencia, sufrimiento, sobre
todo soportar…
El
filósofo Kant le recordaba a sus alumnos que a él no le gustaba que lo
toleraran, sino que lo respetaran. Sabía bien lo que les decía.
«
Miramiento» –dice Fernando Savater- presupone que vamos a mirar a los ojos, que vamos a
fijarnos en como son y que necesitan.
Una de las propiedades zoológicas que tenemos los humanos es que somos capaces
de leer en la cara de los demás. Los animales –algunos- cuando atacan, tienen
una expresión feroz, y cuando están tranquilos ponen otra cara, una que no dice
nada. Los humanos podemos expresar con las facciones del rostro, cantidad de
emociones, de manera que podemos leer la mente de los otros gracias a las caras
que ponen; interpretar si están tristes alegres, burlones, si desean, envidian
o detestan. Los comprendemos porque somos capaces de interpretar las facciones
y ponernos en lugar del otro, porque somos empáticos. Esta capacidad es la raíz
del dicho que han adoptado tantas propuestas morales: «no hagas a otro lo que
no quieres que te hagan a ti».
Propuesta:
la libertad de expresión y la vulnerabilidad de nuestra condición son las bases
de la ética y nos imponen obligaciones. La reflexión ética que nace de la
propia naturaleza humana, sindéresis y anámnesis, nos ayuda a entender como podemos
ayudarnos los unos a los otros a convivir mejor, a disfrutar de la mejor manera
posible, a pensar que clase de vida preferimos.
Hasta
un tango cantado por Gardel toca este tema: «Y aunque no quiso el regreso
siempre se vuelve al primer amor. La calle vieja donde le cobijo, tuya es tu
vida, tuyo es tu querer, bajo el mirar burlón de las estrellas que con
indiferencia hoy me ven volver». Volver
con la frente marchita, a volver a los brazos del padre nuestro. Me voy por el
camino de la noche dejando que me alumbren las estrellas, me voy por el camino
de la noche, porque las sombras son mis compañeras.
No
le hagas a lo demás lo que no quieras que te hagan a ti. Miramiento es una
palabra española muy significativa que expresa la capacidad innata de tender
hacia lo bueno, dándole a cada quien lo que le corresponde en breves palabras
ser sindérico.
Si desea consultar
la colección de dichos véalo en www.santoysena.com.mx/vidaprivadadepalabras
Total... una vida sin reflexión y
amor al trabajo no vale la pena vivirse.
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