¿A qué
le sacas Mexicano?
El
más terrible de los males, la muerte, no es nada para nosotros, pues cuando
nosotros existimos, la muerte no existe, y cuando la muerte existe, nosotros no
existimos.
No es nada, por tanto, ni para los vivos ni para los muertos; para aquellos no existe, y éstos ya no existen. Total, los costos se reducen a polvo.
¡No somos nada, pura vida!
Así le hablaba el maestro Epicuro a sus inteligentes alumnos en el siglo IV antes de Cristo.
No es nada, por tanto, ni para los vivos ni para los muertos; para aquellos no existe, y éstos ya no existen. Total, los costos se reducen a polvo.
¡No somos nada, pura vida!
Así le hablaba el maestro Epicuro a sus inteligentes alumnos en el siglo IV antes de Cristo.
“Ego
sum resurrectio
et vita: qui
credit
in me, etiam
si mortuus
fuerit,
vivet:
et omnis
qui
vivet,
et credit
in ME, nor
morietur
in aeternum.”
Así
hablaba Jesús a sus discípulos: Yo soy la resurrección y la vida: El que cree
en Mí, aunque muera, vivirá: Y todo el que vive y cree en Mí no moriría jamás.
Y así
dijo Teresa de
Jesús en su lecho “No es que me muera, estoy entrando a la vida”.
Nuestros muertos viven. Dios no recibe en su seno las cenizas, ni a los
despojos, ni sus olores a muerto, sino a sus hijos vivos. La filosofía
cristiana no es un culto idolátrico a los muertos, sino a la alegría de llegar
a la Casa del Padre, donde hay muchas moradas.
Nos
vemos en la siguiente entrega, será todos los días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario