EL FILÓSOFO, DE LA
CALLE UNGA
Hic et nunc et sabath
Aquí y ahora y el
séptimo
Filosofando. El trabajo y su salario, es el atractor la fuerza fundamental,
la más pequeña, pero de mayor fuerza para la fuente de la riqueza.
En el COMPENDIO DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA,
CAPÍTULO SEXTO, 258, en relación con el salario afirma textualmente: “La memoria y la experiencia del sábado
constituyen un valuarte contra el sometimiento
humano al trabajo, voluntario o impuesto, y contra cualquier forma de
explotación, oculta o manifiesta. El
descanso sabático en efecto, además de permitir la participación en el culto a
Dios, ha sido instituído en defensa del pobre;
su función es también liberadora de las degeneraciones antisociales del trabajo
humano. Este descanso, que puede durar incluso un año, comporta una
expropiación de los frutos de la tierra a favor de los pobres y la suspensión
de los derechos de propiedad de los dueños del suelo: `Seis años sembraras tu tierra y recogerás su
producto; al séptimo la dejarás descansar y en barbecho, para que coman los
pobres de tu pueblo, y lo que quede lo comerán los animales del campo. Harás lo
mismo, con tu viña y tu olivar´ (Hx 23,
10-11). Esta costumbre responde a una
profunda intuición: la acumulación de bienes en manos de algunos se puede
convertir en una privación de bienes para otros”.
Y si quiere más justicia sindérica pague a sus trabajadores al tercio o a medias.
Total,
una vida sin reflexión no vale la pena vivirse.
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