LAS PALABRAS ESCONDIDAS

Oye hermano, no te extrañe que algún día te escondan las palabras, que te prohiban recordar... porque para liquidar a las naciones, lo primero que se hace es quitarles la memoria. Se destruyen sus libros, su cultura su historia. Y luego viene alguien y les escribe otros libros, les da otra cultura y les inventa otra historia.

Entonces la nación comienza lentamente a olvidar lo que es y lo que ha sido y el mundo circundante lo olvida aún mucho antes.

- ¿Y el idioma?
- ¿Para qué nos lo iban a quitar?

- Se convierte en un mero folklore que muere, al cabo de un tiempo, de muerte natural. Y así un invasor tras otro.

¿Será cierta la tesis de Kundera cuando dice que la lucha del hombre contra el poder es la lucha de la memoria contra el olvido?

Hay sabios que saben todo y que ya no pueden decir nada: Es muy peligroso cuando hablan, porque dicen puras verdades.

Total una vida sin reflexión y amor al trabajo no merece vivirse.

jueves, 6 de marzo de 2014

DICHOS LATINOS, ANALISIS, 1855 AÑO. CXIII


EL FILÓSOFO, DE LA  CALLE UNGA
 

FILÓSOFO
«Philosoophus»
Los griegos, muy precisos en su decir a la palabra amor, la indicaban de algunas formas, por ejemplo el verbo filéo es amar con afecto de amistad, querer como amigo, querer con amor puro, desinteresado de aquí filio, hijo.  Filía es amistad benevolencia. Filos, amado, caro. Filótes, es el amor entre la materia, características típicas de  la soldadura hoy en día. Eros, amor carnal, pasión, amor físico. Ágape; San Pablo decía que de las tres grandes virtudes: fe, esperanza, y ágape, ésta es la superior entre las otras dos, porque es la comida fraternal, la que nos damos unos a otros y participamos de los más grande que son los sagrados alimentos en el sentido material, después se le llamó caridad, que se descompone porque va acompañada de lástima, y el ágape es la palabra favorita de Jesús cuando dice danos hoy nuestro pan de cada día y la otra parte, sofía, sabiduría: filosofía es amor a la sabiduría.
Hoy en el mundo, en España, Juán March, en una entrevista con Javier Gomá dice: El problema que tenemos hoy en la democracia, si tengo que definir alguno, es justamente que le falta la aspiración del ideal y una realidad sin ideal es una realidad muerta, llamada a no progresar, donde no hay crítica posible, una realidad resignada.
¿Y a quién le compete, quién es el responsable de forjar o señalar el ideal?  Responde: de una manera, ni a los políticos, ni a las profesiones dedicadas cada una a su propia actividad, ni a las ciencias… alguien que tiene que encargarse de el todo y ese alguien es la filosofía, la que está enraizada en los problemas fundamentales de la existencia, que sienta la realidad en la que vivimos, no que vaya a ver que dicen del presente autores del pasado.
Total, una vida sin reflexión y amor al trabajo no merece vivirse.   Nos vemos en la siguiente entrega

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