EL FILÓSOFO, DE LA CALLE
UNGA
«Imo tantum flebo ut vita nulla sit.» (San Agustín,
Soliloquia, L.2, cl)
Si lo traduzco traiciono,
mejor lo explico:
¿Por que lloras Agustín? No
crees que por el solo hecho de estar vivo, ya es motivo de suficiente gozo
–preguntó Rutilo a Agustín.
-Tan copioso es mi llanto,
que la vida misma pierde su valor para mí- le respondió Agustín.
-¿Y entonces de que sirve
ser sabio? –insiste rutilo. ¿O acaso la misma ciencia te sirve para hacerte
desgraciado?
-No creo lo que dices
–afirma Agustín-; pero si así fuera, la felicidad sería una quimera, porque la
ignorancia es la que me hace desgraciado.
-Y entonces, ¿Por qué
lloras? –vuelve a preguntar Don Rutilo.
-Porque sé que no sé. Y
además para qué quiero los ojos si ya no lloraran –terminó diciendo Agustín-. Y siguió
llorando.
Si usted tiene ganas de
llorar, pues llore, no le haga al macho ni al pendejo.
Total... una vida sin
reflexión y amor al trabajo no vale la pena vivirse.
Nos vemos en la
siguiente entrega, será todos los días.
Si desea consultar la
colección de dichos véalo en www.santoysena.com.mx/vidaprivadadepalabras
No hay comentarios:
Publicar un comentario