¡CONVERTIR EL ORO EN
PLOMO!
QUISQUIS HABET
NUMMOS, RERUM SIBI COMPARAT USUS
Para mi amigo
Alfredo Rangel, en traducción literal, «cualquiera que tenga monedas, compra
para si la utilidad de las cosas. O lo
que es lo mismo, quien dinero tiene, hace lo que quiere.
Por otro lado:
PECUNIAE OBEDIUNT OMNIA en traducción literal «todos obedecen al dinero» o lo
que es lo mismo con dinero baila el perro, sin dinero baila como perro. Algunos
filólogos acusaban a los traductores, de traidores al sentir original del
enunciado latino. Se equivocan porque el traductor actualiza en la cultura
actual el sentido del dicho y además le permite en los quinientos años
venideros como por decir algo, comprender la sociedad que hizo esta
actualización.
Y además por lo que
voy a escribir en las siguientes líneas, mucha gente me puede decir «ahí está
el mamón de Pancho Flores»; no me importa tengo derecho a equivocarme y además
se que «FIGULUS FIGULUM ODIT» el alfarero odia al alfarero. O «FABER FABRO INVIDET»
el artesano envidia al artesano o lo que es lo mismo cuando alguien pregunta
¿quién es tu enemigo?: el de tu oficio, el colega.
Y entrando al tema
en discusión ¿que es lo que quiere la gente?. Contesta Prem Dayal «Todos sabemos que
desde siempre, la humanidad a sido forjada por padres, maestros y sacerdotes.
Lo que, sin embargo, no todos saben es que padres, maestros y sacerdotes son
refinados alquimistas que, en sus antiguos laboratorios a los cuales han dado los
nombres bonitos de familia, escuela, gobierno, iglesia o templo, se transmiten
de padre a hijo los secretos de su arte.
Y gracias a milenios de
experiencia logran realizar el sueño que miles de alquimistas tradicionales han
perseguido desde siempre, buscando la piedra filosofal entre polvos mágicos,
fórmulas químicas y alambiques coloridos. ¿Transformar el plomo en oro?. No, al
revés: transformar el oro en plomo.
Estos
extraordinarios brujos son capaces de tomar seres inocentes, confiados, puros,
sanos, nobles, íntegros y relajados, y transformarlos en neuróticos
pervertidos, enfermos, sádicos, hipócritas, tímidos y llenos de culpa,
ambición, celo, envidia, avidez y violencia, en asesinos que tiran su plomo por
toda la calle. ¿No es extraordinario?»
Y esto donde lo
aprende. Pues aquí le va una muestra de violencia, muchos signos
sangrientos , observe usted estas estrofas.
Mexicanos al grito
de guerra
El acero aprestad y
el bridón,
Y retiemble en sus centros la
tierra
Al sonoro rugir del
cañón.
¡Guerra, guerra sin
tregua al que intente
De la patria manchar
los blasones!
¡Guerra, guerra! Los
patrios pendones
En las olas de
sangre empapad.
¡Guerra, guerra! En
el monte, en el valle
Los cañones
horrísonos truenen…
¿Les parece una
canción para enseñar a los niños? ¡Quién sabe de dónde vino esta tendencia a la
violencia que lleva a estos traviesillos a tirotearse en las calles como en una
película de vaqueros, a torturar y a cortar cabezas!.
Nos vemos en la
siguiente entrega, será todos los días.
Si desea consultar
la colección de dichos véalo en www.santoysena.com.mx/vidaprivadadepalabras
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